A los amigos No creáis al ligero lamento cuando la mirada del apátrida aún os rodee con pudor. Sentid el orgullo con que el decir más puro todavía todo oculta. Percibid el temblor delicado de la gratitud, de la lealtad. Y sabed: siempre renovado el amor dará. Hannah Arendt El querer a Hannah es una de las consecuencias de estudiar y asimilar, en lo medular, su pensamiento, que se nutre de su pulsión de vida, de aquella vida que es tributaria del amor. Así fue ella; de eso se trata su legado, de un canto a la vida. Ella es el presente, en cuanto a conciliación y a una interpretación de la realidad más cercana a lo fundamental desde el hacer cotidiano. Ciertamente nos aproximamos a su pensar, cuando nos dice que el actor mismo de una vida no puede conocer su significado, que este sólo puede ser comprendido y relatado, después de su muerte, por los espectadores que asisten a su trayectoria completa. Ella dedi...