Ir al contenido principal

Hannah Arendt

 

A los amigos
No creáis al ligero lamento
cuando la mirada del apátrida
aún os rodee con pudor.
Sentid el orgullo con que el decir
más puro todavía todo oculta.

Percibid el temblor delicado
de la gratitud, de la lealtad.
Y sabed: siempre renovado
el amor dará.

Hannah Arendt


El querer a Hannah es una de las consecuencias de estudiar y asimilar, en lo medular, su pensamiento, que se nutre de su pulsión de vida, de aquella vida que es tributaria del amor. Así fue ella; de eso se trata su legado, de un canto a la vida.

Ella es el presente, en cuanto a conciliación y a una interpretación de la realidad más cercana a lo fundamental desde el hacer cotidiano. Ciertamente nos aproximamos a su pensar, cuando nos dice que el actor mismo de una vida no puede conocer su significado, que este sólo puede ser comprendido y relatado, después de su muerte, por los espectadores que asisten a su trayectoria completa.

Ella dedicó su vida a la reflexión más honda sobre un tiempo tan lleno de contrastes como lo fue el siglo XX y marcó, con trazo firme y claro, la necesidad de mostrarse activamente en la esfera pública, sin descuidar el ocuparnos de nosotros mismos, desde el interés por la dignidad del quehacer republicano. Sus contradicciones, que las tuvo, dieron marco a la fecundante esencia de un ser que honró a la amistad por sobre razas, credos y nacionalidades. Luego, que al estudiar su larga y proficua obra, en forma de ensayos, libros, aulas, conferencias, diálogos, intervenciones en pro de diversas causas, se hallen contradicciones y a partir de éstas, argüir un resultado gris o, cuando menos, sin ?nada propio y de cierta hondura? es tanto como intentar tapar la luz solar con la palma de una mano; lo único que se logra es no percibirla uno mismo, perdiendo lo benéfico de su calor.
Como dijera Herman Hesse, si fuera posible narrar una vida humana de principio a fin, con todas sus raíces y conexiones, el resultado sería una epopeya tan rica de contenido como toda la historia universal.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Poemas saturnianos. Paul Verlaine.

Poemas saturnianos (en francés: Poèmes saturniens ) es el título del primer conjunto de poemas de Paul Verlaine , publicado en 1866 gracias al editor Alphonse Lemerre. Paul Verlaine formaba parte de los llamados poetas malditos, aunque nunca fue especialmente reconocido en su época.  En esta época, a Verlaine se le relaciona con un grupo constituido alrededor del joven poeta Louis-Xavier de Ricard, a quien había conocido en 1863 y que por entonces editaba una revista literaria, filosófica y política llamada la Revista del progreso moral, literario, científico y artístico ( Revue du Progrès moral, littéraire, scientifique et artistique ), donde Verlaine publicó su primer poema: Monsieur Prudhomme .  Lemerre reunió a todo el grupo de Ricard y se lanzó una nueva revista semanal, exclusivamente literaria: L'Art .en la que se defendían el culto a la perfección formal o la teoría del "arte por el arte". Tras la desaparición de esta revista, se lanzó en 1866 otra llamad...

Martine Desjardins La cámara verde

Martine Desjardins La cámara verde Traducción de  Luisa Lucuix Venegas Una obra maestra del gótico canadiense, deudora del mejor Robertson Davies, y que bien podrían haber firmado Shirley Jackson o Margaret Atwood. Una de las más divertidas y mordaces sagas familiares de los últimos años, galardonada con el premio Jacques-Brossard. Todas las casas tienen sus pequeños secretos, pero algunas los protegen con más ahínco que otras. Durante años, los engaños y vilezas de la familia Delorme han sido celosamente custodiados por las robustas paredes de su hogar, una mansión gótica situada en Mont-Royal, a las afueras de Montreal. Tras sus sesenta y siete cerraduras, el edificio ha ocultado las historias más perturbadoras de sus habitantes. Sin embargo, todas ellas saldrán a la luz con la irrupción de la intrigante y hermosa Penny Sterling. Con su llegada se desvelarán los pecados de los Delorme, incluyendo los cometidos en la habitación abovedada conocida como «la cám...

John Mortimer Los juicios de Rumpole

John Mortimer Los juicios de Rumpole Traducción de  Sara Lekanda Teijeiro John Mortimer vuelca en  Los juicios de Rumpole  toda la maestría de los misterios de Agatha Christie y los envuelve del ácido sarcasmo de P. G. Wodehouse para dar lugar a una de las sagas detectivescas más importantes de todos los tiempos. Una excelsa muestra del mejor humor británico. Un vicario al que se le acusa de robar camisas en una tienda, pero que se niega a defenderse; un director y actor de teatro que muere en extrañas circunstancias, dando paso a un juicio por asesinato que se sale completamente del guion; un recién casado que parece matar el tiempo robando en licorerías…  En el particular universo de Horace Rumpole —un irrefrenable y audaz letrado amante de la poesía, del vino peleón, de los puritos baratos y de los casos perdidos, especialista en manchas de sangre y en el arte del interrogatorio— se mezclan a partes iguales el sarcasmo, el humor y la intrig...