La obra de Juan Carlos Onetti ha sido largamente
transitada por la crítica, sus temas, obsesiones, sus
personajes, su ya mítica Santa María, son
reconocidos y asediados por múltiples miradas. La novela "Cuando
Entonces", publicada en el año 1987 es la penúltima
que publica y en 1993 su última novela: "Cuando
ya no importe".
Con la perspectiva que otorga un ciclo ya cumplido observamos que esta novela es un acorde más de un mundo coherente donde se respira una atmósfera y un estilo narrativo similar al que se observa en "El Pozo" del año 1939 quien da a inicio a este singular mundo onettiano. Mundo que tiene sus recurrencias y aquí, como en tantas otras obras, la atmósfera es nocturna: "…es difícil encontrar amaneceres luminosos, soles radiantes…" (Benedetti, M. 1973); lo medular de la anécdota ocurre en un cabaret-prostíbulo; Santa Rosa con su amenazante tronar se anuncia al comienzo de la novela; el personaje femenino eje de la historia es Magdalena, una prostituta, y los personajes, como es habitual, son seres solitarios y melancólicos. Toda su obra es "un universo indiferenciado". (Concha, J. 1973). La soledad es aquí también "una soledad sin salida, sin voluntad de salida y por lo tanto carece de sentido todo tipo de lucha en beneficio de algo". (Otero, E. 1970).
En la novela que nos ocupa Lamas huye y se exilia solo, en Lavanda; Magda no lucha por mantener a su amor; el comandante sacrifica su amor por el deber y abandona a Magda. M. Benedetti destaca "…la increíble capacidad del narrador para hacer que sus novelas se crucen, se complementen y hasta recíprocamente se justifiquen". Fiel a su concepción del arte como un misterio se ha pasado omitiendo hechos importantes pero "en vez de confiarlos eternamente a la vocación remendadora del lector cómplice, con tales elusiones ha escrito nuevas novelas, en las cuales por supuesto también hay sectores omitidos". (Benedetti, M. 1973).
Un mundo autoreferente y en esta narración como en tantas otras contar consiste en develar el significado y las consecuencias de algo que ocurrió antes y se hace con "Una escritura jadeante, poética y desgarradora que cuenta la misma historia en un gran libro de libros" (Capítulo Oriental, Número 28).
Consecuentemente cada ficción se injerta en otras ficciones, los libros dialogan con otros libros y en el caso de Onetti y de esta novela en particular no sólo dialoga con su propio universo narrativo sino con otros universos literarios: hay referencias a Dante, al Fausto, a Voltaire, y a la Biblia. Ya lo afirmaba Jorge Luis Borges: "Hablar es una tautología".
Con la perspectiva que otorga un ciclo ya cumplido observamos que esta novela es un acorde más de un mundo coherente donde se respira una atmósfera y un estilo narrativo similar al que se observa en "El Pozo" del año 1939 quien da a inicio a este singular mundo onettiano. Mundo que tiene sus recurrencias y aquí, como en tantas otras obras, la atmósfera es nocturna: "…es difícil encontrar amaneceres luminosos, soles radiantes…" (Benedetti, M. 1973); lo medular de la anécdota ocurre en un cabaret-prostíbulo; Santa Rosa con su amenazante tronar se anuncia al comienzo de la novela; el personaje femenino eje de la historia es Magdalena, una prostituta, y los personajes, como es habitual, son seres solitarios y melancólicos. Toda su obra es "un universo indiferenciado". (Concha, J. 1973). La soledad es aquí también "una soledad sin salida, sin voluntad de salida y por lo tanto carece de sentido todo tipo de lucha en beneficio de algo". (Otero, E. 1970).
En la novela que nos ocupa Lamas huye y se exilia solo, en Lavanda; Magda no lucha por mantener a su amor; el comandante sacrifica su amor por el deber y abandona a Magda. M. Benedetti destaca "…la increíble capacidad del narrador para hacer que sus novelas se crucen, se complementen y hasta recíprocamente se justifiquen". Fiel a su concepción del arte como un misterio se ha pasado omitiendo hechos importantes pero "en vez de confiarlos eternamente a la vocación remendadora del lector cómplice, con tales elusiones ha escrito nuevas novelas, en las cuales por supuesto también hay sectores omitidos". (Benedetti, M. 1973).
Un mundo autoreferente y en esta narración como en tantas otras contar consiste en develar el significado y las consecuencias de algo que ocurrió antes y se hace con "Una escritura jadeante, poética y desgarradora que cuenta la misma historia en un gran libro de libros" (Capítulo Oriental, Número 28).
Consecuentemente cada ficción se injerta en otras ficciones, los libros dialogan con otros libros y en el caso de Onetti y de esta novela en particular no sólo dialoga con su propio universo narrativo sino con otros universos literarios: hay referencias a Dante, al Fausto, a Voltaire, y a la Biblia. Ya lo afirmaba Jorge Luis Borges: "Hablar es una tautología".
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