Novela escrita en 1891 por Oscar
Wilde, se desarrolla principalmente en Londres, es un relato fantástico
que ofrece como contrapunto la existencia interior, onírica y torturada
de las pasiones del hombre, es un reflejo crítico de la sociedad
inglesa de fines de siglo XIX.
Dorian es un joven de clase alta, inocente, feliz y despreocupado cuyo mayor objetivo en la vida es posar para su querido Basilio Hallward, pintor que por otro lado siente una admiración desmesurada por Dorian y que lo cuida como si de una musa se tratara. Todo se desarrolla dentro de este ámbito de banalidades hasta que un día Dorian conoce a Henry, un peculiar amigo de Basilio cuyas ideas sobre la importancia de la belleza y la vida desencadenarán la tragedia de la propia vida de Dorian, al decirle que dado su extremo atractivo físico sería una verdadera pena que envejeciera. Es aquí cuando aparece el famoso pacto con el diablo al ofrecer Dorian Gray su alma a cambio de no cambiar nunca su aspecto, y que por él lo haga su cuadro, el que ha pintado Basilio Hallward.
Dorian es un joven de clase alta, inocente, feliz y despreocupado cuyo mayor objetivo en la vida es posar para su querido Basilio Hallward, pintor que por otro lado siente una admiración desmesurada por Dorian y que lo cuida como si de una musa se tratara. Todo se desarrolla dentro de este ámbito de banalidades hasta que un día Dorian conoce a Henry, un peculiar amigo de Basilio cuyas ideas sobre la importancia de la belleza y la vida desencadenarán la tragedia de la propia vida de Dorian, al decirle que dado su extremo atractivo físico sería una verdadera pena que envejeciera. Es aquí cuando aparece el famoso pacto con el diablo al ofrecer Dorian Gray su alma a cambio de no cambiar nunca su aspecto, y que por él lo haga su cuadro, el que ha pintado Basilio Hallward.
Al término de este libro, clásico donde los haya,
me he dado cuenta de que me ha sorprendido mucho, y por los dos lados.
Por un lado, el que podríamos llamar el lado "malo", porque es verdad
que esperaba más acción en él (seguramente dada mi ignorancia anterior
sobre la novela) y por otro, y este compensa con creces el anterior,
porque está extraordinariamente bien escrito. El estilo es realmente
impecable, tanto, que me cuesta recordar el último libro que leí que
pudiera igualarlo (a salvo, por supuesto de mi amado Shakespeare) y
además no decae en ninguna parte de la novela.
De
otro lado, aunque ligado al anterior, la novela tiene un parte
filosófica que a mi me encanta y que hace pensar realmente sobre la
vida, y sobre lo que importa en ella o no. La trama se centra totalmente
en las cuestiones filosóficas de las que acabo de hablar y los
personajes, justos en número e intervenciones, y quizá por ello tan
embriagadores, la pulen; pues cuenta la historia de un joven que,
obsesionado por la belleza, vende su alma al diablo a cambio de no
perderla. ¿Se os ocurre algo más transcendental, sobre todo en esta
época que vivimos de culto al cuerpo? Esto provoca que este libro, que
como ya hemos dicho es un clásico, se convierta en una novela de
inminente actualidad que tiene mucho que aportarnos, sobre todo para
darnos cuenta de que la importancia del físico existe, sí, pero es
relativa.
Si
nos volvemos a centrar en los personajes vemos a Basilio, el pintor,
que encarna la buena vida y la bondad; a Dorian, protagonista y el que
más cambios sufre a lo largo de la acción pues en un principio es la
viva imagen de la inocencia y posteriormente dado su pacto, evoluciona
hacia un lado oscuro que provoca en algunos pasajes que realmente se te
pongan los pelos de punta. Y finalmente, y para mí sin duda el más
destacable, tenemos a Henry. Él no evoluciona, ni falta que le hace (o
al menos eso cree él) porque está completamente seguro de lo que cree y
de sus actos. Su filosofía de la vida pordría resumierse en "tempus
fugit, y es una pena", y es que es un hombre amante de la vida y de los
pecados que conlleva, y esto lo hace un personaje sin desperdicio del
que os engancharéis desde el inicio hasta el final del libro.
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